domingo, julio 02, 2006

Desde Tenerife a Gran Canaria

Podríamos comenzar dando las gracias a los colegas de Gran Canaria por los estupendos momentos pasados en esa gran isla durante la celebración de las bodas de Plata +5, (ese nuevo estado de oxidación descubierto recientemente en la nuestra hermana y vecina isla de Gran Canaria).
Desde Tenerife a Gran Canaria fuimos unos ilusionados químicos a compartir unas buenas viandas acompañadas de unos buenos vinos con los compañeros de promoción.
La cena en el Patio del Cuyás nos asombró doblemente, por su presentación y por la buena mesa. Amén del presente, recordatorio de la celebración, abrecarta o bolígrafo de elegantes presencias y esquisito gusto.
¿No sé, si ese médico alemán que está en boca de todo el mundo nos ha afectado a muchos de nosotros? o ¿nó? pero de lo que estoy seguro que a Ricardo Pérez Afonso, Richi, no lo ha visitado ni una vez. En nuestra parte de la mesa nos asombró con anécdotas qué prácticamente nínguno recordábamos.
El "paseo" por Las Palmas ( esto si escorrecto, Rafa) fué entretenido y vimos una ciudad alegre y divertida con cuentacuentos en las calles y en las plazas. Allí en la Plaza de Santa Ana, donde repican al mar unas famosas campanas, tuvimos la suerte de disfrutar de "Los pajaritos" y de un herótico cuento que un famoso cuentista de Tenerife recitaba en plena plaza a un grupo de maduritos quimicos y no tan maduritas quimicas de la universidad de La Laguna.

Alguno se quedó prendado de la dureza de "salvada sea la parte" de los famosos canes de la plaza de Santa Ana, aún advirtiéndole que podría ser abducido y tener que quedarse en nuestra hermana Gran Canaria. Rafa, aún así prefirió no perderse esa experiencia en su PRIMERA, visita a Gran Canaria (incluyendo Las Palmas y Agüímes) y prometió volver para conocer el resto de la isla.

Continuaré